viernes, 29 de mayo de 2009

En el parque

Cuatro tablas de pino bajo el verde del recuerdo
Constituyen un infinito espacio para amarnos.
Sobre todo
Si es un atardecer equidistante y perfecto
Si se fue el autobús que tu esperabas
Si cuatro niños patean un balón frente a nosotros
Si de repente el cielo se oscurece
Y alguien desde arriba nos regaña
Si dos viejos nos miran con envidia
Si cantan las campanas de la iglesia
Y un pájaro de urgencias ensucia mi camisa
Sobre todo
Si nos importa un carajo todo eso
Cuando mis manos enciendan tus mejillas.

No hay comentarios: