martes, 26 de mayo de 2009

Del verbo y el tiempo

Calla
Está de más el verbo
cuando dos manos se palpan en penumbras.
No hacen falta palabras de preludio
si en mi oído tu aliento las murmura.
Escucha
el latido del mar en mi costado
el húmedo silencio de tenerte
la feroz alegría que me envuelve
la ilusión hecha carne en tu cintura.
Quiero
extraviarme en tu vientre sin remedio
escalar la montaña allá en la bruma
beber en esas aguas transparentes
en donde todo mal encuentra cura
Toma
mi alma sin reservas te la entrego
mi ahora mi nunca mi pasado
para que las palomas que te envuelven
me lleven de la sombra a tu regazo.

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