sábado, 13 de junio de 2009

Los Cubanos


Una reflexión de María...

Si creemos en el Karma, pensaremos que algo muy grande tenemos que pasar los cubanos, que la cifra de errores y pecados que cometimos en otras vidas tiende a + infinito y estaremos eternamente condenados a reencarnar hasta el final de los tiempos. Hoy portamos pasaportes haitianos, españoles, dominicanos, gringos, africanos, peruanos, pero sobre todo el pasaporte del país del nunca jamás. Marcados por la ley de ajuste cubano, por la búsqueda eterna de las esencias y de la verdad absoluta, poseemos el peor defecto postmoderno: morir lentamente si perdemos los sueños.

Creímos en un mundo de espejismos, que solo existió en las sombras de la” caverna “ en la que nos encadenaron, pero al final lo vimos caer ante nuestros ojos como un deslumbrante palacio de cristal roto. Entonces nos refugiamos en Dios, o en el sexo o las drogas, en nosotros mismos, en la familia o en la meta de huir costara lo que costase o todo al mismo tiempo: al final solo quedó el sin olvido y un extraño sabor en los labios.

Con hijos que oran con el Corán, o evangélicos, o comunistas, o demócratas; con hijos diferentes de todos los colores y banderas, vaga el pueblo cubano buscando un planeta perdido del que solo quedan ecos en su mente y que si algún día existió hoy solo vive en el mundo de las ideas, pero allá duerme esperando tiempos mejores.

Sin su madre patria, con madrastras a veces complacientes y otras llenas de crueldad, mineros en Bolivia, maestros en dominicana, vendedores de helado o policias en Miami, putas en España, ejecutivos en México, escritores en Londres, nos vemos envueltos en la vorágine del diario vivir o del buscar para seguir existiendo.

Y la distancia nos devora la raíz con sus dientes de hielo: los que no escapan, esos viejos de la jaba y el mercadito y esos jóvenes de Alamar Express, al final nos resultan a los de fuera más desconocidos que los que caminan junto a nosotros las calles de nuestra Patria –Madrastra. Sin embargo, esos -que no quieren o no pueden huir, pues “los muertos no los dejan salir del cementerio”- esos también sufren y esperan.

Y sabemos que los que quedaron en la caverna, esperando viven y soñando mueren y a veces son felices cuando les llega el biombo, cuando les nace un hijo, o cuando tienen F.E. Y los que logramos escapar soñando vivimos y esperando morimos, y somos felices a veces, cuando cobramos y compramos flores o cuando sonríen nuestros hijos frente al mar.

¿Y qué soñamos, y que esperamos.?….. eso solo lo sabe un cubano, tal vez podrían preguntarnos. Pero les aviso, nunca podrán entendernos : los cubanos y nuestros sueños “ya no somos de este mundo”.


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